Hola, bienvenidos a este pequeño lugar. Pequeño lugar donde poco a poco pondre lo que salga de la cabeza, del corazon, del higado y demas entrañas, pues aqui espero volcar parte de mis inquietudes y quejas, de las cosas que me parecen mal de este curioso planeta, y de lo que hacemos mal los que lo habitamos. Y mas aun, contare las cosas que voy a hacer para intentar mejorarlo, de lo que se me ocurre para ponerme (e intentar poneros) en acción para arreglar esto, por lo menos un poco.
Muchos, muchisimos lo han intentado antes. Algunos han conseguido grandes cosas, inclusos enormes... Yo no pretendo llegar a tanto, solo pretendo intentarlo para darle un gusto a mis entrañas y por que se lo debo a mi hijo Marcos, a él en nombre de todos
l@s que heredaran esta malherida Tierra

martes, 9 de marzo de 2010

¿Trabajadora? ¿O trabajadora remunerada?



8 DE MARZO: DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, también llamado Día Internacional de la Mujer, se celebra hoy, 8 de marzo. En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países y es conmemorada por Naciones Unidas.

El feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII -aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella requiera.

Surgió como homenaje a aquellas mujeres que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.

Demanda de derechos

Lentamente, y a medida que el feminismo ha ido cobrando fuerza en todo el mundo, el Día de la Mujer ha ido perdiendo su carácter obrero, pasando a ser una jornada de lucha en la que se reclaman los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos. Año tras año, miles de mujeres salen a las calles de todo el mundo para demandar nuevos derechos, defender los ya conquistados y luchar contra aquellas leyes que las discriminen o que rechacen el principio de igualdad de sexos y de oportunidades.

En numerosos lugares del mundo las mujeres siguen demandando derechos básicos como acceder a la educación, la cultura, el trabajo o la política. Las mujeres expresan hoy su voluntad de participar en condiciones de igualdad en sectores en los que tradicionalmente su participación ha sido minoritaria.

La mujer ha trabajado siempre en cuidados y redes sociales, no hacía trabajos remunerados pero sí los trabajos sociales y humanos.

Sin embargo, desde la revolución industrial nuestra vida gira en torno a nuestras necesidades económicas, necesitamos dinero para comprar cosas que realmente no necesitamos y que nos hagan olvidar que estamos todo el día trabajando. Un círculo vicioso perfecto y demoledor que pasa por encima de nuestras mentes arrasando nuestras vidas.

Trasvase de cuidados

El trabajo de la mujer es como un iceberg: si contabilizamos las horas remuneradas serían un número insignificante respecto a las totales trabajadas. Nadie nos paga por cuidar a nuestros hijos y maridos, a los nietos, padres o abuelos, por hacer la comida, por limpiar, por darles apoyo, por escucharles, en definitiva se da por hecho que las mujeres somos capaces de todo. Son estas horas de trabajo y estos cuidados los que llenarían innumerables horas, son el grueso del trabajo que se realiza en una sociedad. Porque al fin y al cabo, ¿qué son 35 horas semanales comparadas con los cuidados que requiere un niño los 365 días del año?

Todo esto es un trabajo que no se ve, que yace oculto bajo las aguas del capitalismo. Solo se aprecia una pequeña parte, que flota y que es el trabajo remunerado. Trabajo que no sólo engloba el nuestro propio sino también el de tantas aquellas mujeres que contratamos para que trabajen por nosotras. Es lo que llamamos trasvase de cuidados. Son en su mayoría mujeres inmigrantes que para cuidar a los nuestros dejan a los suyos sin atender. En la lógica económica se están trasvasando estos cuidados, nos es más rentable trabajar y pagar a personas del Tercer Mundo para que lo hagan por nosotras, mujeres que a su vez dejan en su lugar de origen un gran déficit de cuidados. Porque lo que no ha cambiado todavía es que el hombre siga trabajando de 9 a 21:00 y pueda suplir nuestro trabajo en casa.

Ecologismo convencido

Además, este comportamiento se manifiesta de una manera antiecológica. En primer lugar porque somos parte de la naturaleza y hemos olvidado nuestras necesidades básicas como animales que somos, y en segundo lugar porque para satisfacer esta codicia de unos pocos estamos arrasando el planeta y poniendo en peligro nuestras condiciones de vida y de nuestras generaciones futuras.

Hasta hace poco las únicas personas que mantenían las redes sociales eran las mujeres y sus relaciones interpersonales al favorecer los cuidados conjuntos de quienes lo necesitaban. Pero la mujer trabaja igual que la naturaleza, cubriendo sus necesidades de una manera eficiente y cómoda, no haciendo más de lo que necesita para acumular bienes ni ganar dinero. Hay que replantearse cuáles son las verdaderas necesidades humanas. Porque si desaparecen del mundo los altos cargos no pasa nada, pero si desaparecen del mundo las cuidadoras se verá muy perjudicado el sistema.

Este comportamiento evitaría la cultura materialista, son valores que no perjudican a nadie. Criar a nuestros hijos con los recursos necesarios es sostenible, crear una red social con amigos, con trueques, con relaciones interpersonales es sostenible. Los usos no consultivos del mundo no perjudican al medioambiente y satisfacen mejor nuestras necesidades.

El capitalismo nos permite celebrar un día en el que hemos pasado por el aro. Yo propongo celebrarlo modificando la esencia de este día: ya que tenemos la oportunidad de elegir, gracias al feminismo, y manteniendo los beneficios y las oportunidades que este movimiento nos ha dado, construyamos nuestra vida alrededor de las necesidades básicas como la comida, el hogar, el cuidado de nuestros hijos y no alrededor de nuestro trabajo fuera de casa, si bien lo tenemos porque lo hayamos decidido así:

¡Menos dinero – más vida!

Por Laura Muelas, joven cooperante 2007. Grupo de Guadalajara de EMIS.


***gracias Laura por la colaboración***

No hay comentarios: